CONSEJOS PARA UN SUEÑO DE CALIDAD
Un buen descanso es fundamental para nuestro bienestar.
Sin embargo, las obligaciones del día a día a veces nos hacen llevarnos los problemas a la cama y nos impiden dormir apropiadamente. ¿Cómo mejorar la calidad de sueño? En Halmma conocemos diferentes maneras de conseguir que nuestro descanso sea realmente reparador.
Establece una rutina de sueño
Irnos cada día a la cama a una hora diferente, trasnochar, alargar el sueño durante horas los fines de semana… Son gestos de nuestro día a día que pueden empeorar la calidad del sueño. Por eso, crear y mantener una rutina de sueño es fundamental.
Intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular tu reloj biológico y a tener una mejor calidad de sueño.
Es importante que duermas todos los días, más o menos, el mismo número de horas. Procura descansar al menos 6 horas diarias, aunque lo ideal para una persona adulta es dormir entre 7 y 8 horas cada día.
Date un baño relajante
Un baño caliente antes de dormir puede ser muy beneficioso. El calor del agua relaja los músculos y alivia la tensión, preparando tu cuerpo para el descanso.
Puedes añadir sales de baño o aceites esenciales (los de lavanda tienen un efecto calmante) para disfrutar de una experiencia más relajante, e incluso puedes poner música suave. Si haces del baño una parte de tu rutina nocturna habitual, podrás mejorar tu calidad de sueño profundo.
Si esto no es posible, una ducha relajante con agua caliente es esencial cada noche antes de ir a dormir.
Cuida tu alimentación
Lo que comes y bebes puede afectar a tu calidad de sueño, sobre todo en la cena. Evita comidas pesadas, cafeína y alcohol antes de acostarte. Estos alimentos pueden interrumpir tu ciclo de sueño y reducir la calidad del descanso.
Lo mejor para la noche es una cena ligera y, a ser posible, en un horario temprano, ya que esto te ayudará a tener una digestión más fácil. Así, mientras duermes, tu cuerpo solamente tendrá que dedicarse a descansar adecuadamente.
Practica deporte regularmente
Son muchos los beneficios del ejercicio regular para nuestro cuerpo y nuestra mente, y también es excelente para mejorar la calidad del sueño.
Practicar deporte de manera habitual nos ayuda a cansar físicamente a nuestro cuerpo y, al mismo tiempo, a reducir el estrés y la ansiedad, cuestiones que pueden interferir en nuestro correcto descanso.
Eso sí, debes evitar hacer ejercicio intenso justo antes de acostarte, ya que esto puede activarte y dificultar tu sueño. Si no te es posible hacer deporte por la mañana, procura hacerlo en las primeras horas de la tarde porque, de lo contrario, ese ejercicio será más perjudicial que beneficioso para lograr un sueño de calidad.
Mejor un libro que una pantalla antes de dormir
Antes de dormir, es recomendable realizar actividades tranquilas como leer. ¡Pero no en una pantalla! La luz azul emitida por los dispositivos electrónicos puede interferir en tu ritmo circadiano y suprimir la producción de melatonina, una hormona que ayuda a regular el sueño.
Es mucho mejor leer un libro en lugar de usar dispositivos electrónicos antes de ir a dormir. Esta actividad puede resultar muy relajante, ya que prepara tu mente para el descanso, mejorando la calidad del sueño.
Practica la meditación
Entre los muchos beneficios de la meditación para nuestro bienestar, también es una magnífica herramienta para mejorar la calidad del sueño.
Practicar meditación o mindfulness antes de dormir ayuda a calmar la mente y a reducir el estrés, lo que puede facilitar un sueño más profundo y reparador. Son técnicas estupendas para relajar tu mente, desconectar de las preocupaciones del día a día y conseguir una mejor calidad de sueño.
Procura tener un ambiente propicio en tu dormitorio
El ambiente de tu dormitorio también juega un papel importante en la calidad de tu sueño. Asegúrate de que tu habitación esté oscura, tranquila y a una temperatura agradable.
Para ello, es necesario invertir en un buen colchón y en almohadas cómodas. También es recomendable utilizar cortinas opacas para evitar que la claridad se cuele por tus ventanas. Y la decoración y distribución de tu dormitorio también puede condicionar tu descanso. Por eso, lo mejor es que sea minimalista y relajante, sin colores brillantes o estimulantes.
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